La verdad que esta carrera no entraba en mis planes
inicialmente, pero fruto de una calentada y con la excusa de usárla como test
para la Media de Salamanca y, un poco más a largo plazo, para los 10 km. de
Laredo, decidí apuntarme, eso sí, a la de 7 millas (unos 11.265 mts aprox.).
Despertador bien prontito y ponemos rumbo a Posada de
Llanera, un pequeño pueblo a unos pocos kilómetros de Oviedo. De camino el
tiempo no invitaba mucho a correr: lluvia, viento y frío…. Llegamos al pueblo y
la cosa mejoró algo (pero no para tirar cohetes): temperatura agradable para
correr, algo de lluvia fina, pero un viento muy frío e incómodo…
Me pongo manos a la obra, empiezo a calentar y la zona se
va animando cada vez más. El recorrido consta de una pequeña vuelta de poco más
de 1 km. a la manzana y una vuelta más grande, que los de la Media Maratón
deberán hacer 2 veces. Me noto un poco flojo de piernas, pero sigo con la idea
inicial de rondar los 40 minutos, intentando “aprovecharme” de que la Media
Maratón se corre paralelamente, para ir con uno de los grupos que vayan a ritmo
de hacerla en 1h. 14’ aproximadamente.
Me coloco bastante bien en la salida y empezamos! La
primera vuelta pequeña se hace muy rápido, demasiado para mi gusto y para lo
que me esperaba; para cuando enfilamos ya la vuelta grande (km. 2 aprox.) ya se
ha roto la cabeza de carrera. En el grupo de adelante, los primeros de la
carrera de 7 Millas van muy rápido, y les acompañan los primeros de la Media.
Detrás de ellos algún corredor desperdigado y luego un grupillo de 7-8
corredores en el que decido quedarme (o intentarlo). Estos km. son favorables,
lo que nos hace ir a un ritmo muy alto (quizás ahí pequé de optimista). Al
llegar al km. 5 aproximadamente, empiezo a hacer la goma y cedo unos pocos
metros con ese grupillo. Los kilómetros siguen pasando, mientras transcurrimos
por una zona de polígonos y carretera nacional muy solitaria... sigo descolgado
del grupo, a apenas 5 segundos, pero no consigo engancharme de nuevo; además el
recorrido tiene mucho tobogán y en cuanto pica para arriba las piernas me piden
que afloje… Decido quedarme ahí, a esos pocos metros, pero sin perder más
distancia. Miro hacia atrás y veo que viene un grupo bastante grande unos 30
segundos por detrás.
El grupo está compuesto por 3 de la Media y 4 de las 7
Millas, por lo que imaginaba que tarde o temprano se iba a romper… y
efectivamente, al llegar al km. 8 (el tramo más duro del recorrido), 3 de los
corredores de las 7 millas aprietan y se van, y el otro corredor que quedaba de
las 7 millas se empieza a quedar descolgado. Voy sufriendo mucho desde hace un
buen rato, pero intento no bajar el ritmo, y al ver que se empieza a descolgar
me animo a intentar cogerle.
Llegando al km. 9 aproximadamente, le alcanzo y sigo
tirando. Me quedan 2 kilómetros y poco, por lo que me animo a intentar alcanzar
a los 3 de la media que rodaban unos 10-15 segundos delante de mí, sigo
sufriendo muchísimo y con mucho dolor muscular, consecuencia de tanto tobogán…
pero me quería probar y ver hasta donde podía llegar…
En esta zona ya comienza a haber algo de público, se nota
que ya nos acercamos a meta, por lo que sólo queda vaciarse. Poco a poco les
empiezo a recortar algo de distancia, pero poca, ya que ellos llevan buen ritmo
y yo no estoy para lujos (y menos con tanto sube-baja). El último kilómetro y
medio se me hace eterno… esa pizca de más que me estoy exigiendo se nota mucho,
pero ya veo el pueblo al fondo y aprieto lo que me queda, sé que no voy a
pillar a los de delante y por detrás no viene nadie. Un par de curvas más y
último repecho para entrar en meta. Paro el reloj en 40:28, contento con el
tiempo, regular de sensaciones (fui sufriendo desde el km. 5), pero encantado
de haber sabido sufrir tanto!
La carrera está muy bien organizada y hay muy buen ambiente
(no me esperaba otra cosa siendo en Asturias), pero para mi gusto el recorrido
es muy solitario y un poco aburrido, ya que en su mayoría discurre por
carretera nacional y polígonos…
Las conclusiones que saco: Sé que para Salamanca voy a
llegar más descansado, ya que las últimas semanas me estoy metiendo mucha caña,
por lo que la verdad que la cosa de momento pinta bien!
Sólo agradecer a mi novia el madrugón, el frío y la espera! espero que el cachopo que cayó detrás compensase todo esto!
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